Muchas veces he comentado vinos de la Patagonia, motivo por el cual me sentí obligado a conocer las bodegas de cuyos vinos he hablado y allí fui, acompañado por mi esposa, y la primera que visitamos fue la Bodega del Fin del Mundo.
   
El Gobierno de la Provincia de Neuquén que había iniciado la regulación del riego con un dique construido en el año 1919, decidió promover la ribera norte del  Río Neuquén bajo la idea de Julio Viola, implementando una metodología tendiente a radicar emprendimientos agroindustriales y lo hizo entregando chacras llave en mano, debidamente alambradas y con los servicios básicos, tales como rutas, alambrado y agua de riego y con una hipoteca a largo plazo.
Así se formaron siete bodegas en la zona de San Patricio del Chañar, siendo la mayor la Bodega del Fin de Mundo, de propiedad de Julio Viola y su familia, con cierta participación -actualmente- de algún grupo empresario local.

Las imágenes que siguen se tomaron de una de las “pasarellas” que se desarrollaron en lo que es el primer piso de la bodega, desde donde se “nutren” los tanques de acero inoxidable en los que se realiza la vinificación.
La imagen de la derecha permite ver la impresionante capacidad de la bodega que alcanza a unas 8.000.000 de botellas.

La foto de la izquierda permite ver algunas cubas de roble de vinificación.

Aquí me acompaña Julio Viola (h), en la sala de degustaciones, a la que fuimos después de un agradable almuerzo, en el que participaron: Julio, Marcelo Miras, el enólogo de larga y destacada trayectoria en la materia (foto inferior), Juan José Larrondo, encargado de Comunicación y Diego otro joven funcionario de la bodega.

En el almuerzo, en el que probamos diversas ensaladas, un excelente bife de costilla y un helado rociado con una salsa de frambuesas de la finca (soberbia), disfrutamos de un Bodega del Fin del Mundo, Reserva, Pinot Noir, 2008, que me impactó como un buen ejemplo de la cepa y de la Patagonia ($ 40)

Seguimos con un Bodega del Fin del Mundo, Reserva, Malbec, 2007 ($ 40), que me gustó mucho y que promete seguir mejorando en la botella. Esto lo digo porque -ya en Buenos Aires- tomé un 2006 que, además de estar muy bueno, se lo notaba con una muy buena evolución que le dio una redondez destacable.

Cerramos esa etapa con el Gran Reserva 2005, que estaba espléndido y que es muy interesante para probar, ya que con su precio ($ 70), brinda una excelente relación precio calidad, en un segmento alto.

Luego, en la sala, probamos el espumante, que nos llamó la atención por su color cobrizo, como resultado de la importante participación del Pinot Noir (80 %), acompañado por Chardonnay (20 %). Nos gustó muchísmo, por su muy buena calidad y por su excelente relación de precio ($ 38). Seguimos con un Newen Syrah 2008, muy bueno en su gama de $ 22/23, mostrando la fuerza de los vinos de esta cepa (llamados King Kong de los vinos), a la que se agregan las características de los vinos de la zona. Pudimos probar también el Fin, Merlot Single Vineyard que está próximo a salir al mercado y finalmente disfrutamos el vino top: Bodega del Fin del Mundo Special Blend, que ya he comentado aquí y que no merece más que elogios ($ 180)

Todo excelente: La bodega, el almuerzo y los vinos. Nos fuimos contentos y muy agradecidos

Tiempo después la Bodega Del Fin del Mundo dio comienzo al ciclo “Cocina de la Patagonia” en su restaurante Experiencia Del Fin del Mundo que contó con la asistencia del Gobernador de Neuquén Dr. Jorge Augusto Sapag, la Ministra de Gobierno, Educación y Justicia Sra. Zulma Reina y el Ministro de Desarrollo Territorial Prof. Elso Leandro Bertoya, el Ing. Guillermo Barzi, titular de la Bodega Humberto Canale, el Sr. Juan Schroeder, dueño de la Bodega Saurus, el afamado chef Francis Malman, Juan Viola (el anfitrión), y su hija Ana Viola, ambos de la Bodega del Fin del Mundo, además de un nutrido grupo de periodistas del mundo del vino.

Los encargados de elaborar los platos del menú de siete pasos fueron Pablo Buzzo, chef del restaurante, Boris Walker, Chef Ejecutivo del Restaurant en Bodega Saurus y Mauricio Couly Ventimiglia, Chef Ejecutivo de La Toscana. En la imagen junto a Francis y Juan Viola.

Pablo Buzzo, se desempeña desde 2010 como Chef Ejecutivo en “Experiencia Del Fin del Mundo”. A su vez, trabaja y asesora un equipo de cocineros neuquinos instalados en San Martín de los Andes.
Boris Walker es de origen suizo y está radicado en la provincia de Neuquén. Estudió gastronomía en Suiza, en el Hotel Krone, y amplió sus conocimientos trabajando en muy buenos hoteles y restaurantes del país helvético. Manejó su propio cátering y cocinó para el staff de la Fórmula 1. Actualmente trabaja en Saurus, el restaurante de la bodega Familia Schroeder, donde pude probar varias de sus excelentes creaciones.
Mauricio Couly Ventimiglia, ha sido uno de los destacados discípulos de Francis Mallmann y actualmente es Chef propietario de La Toscana, restaurante en la ciudad de Neuquén, en donde también probé sus platos, que suelen tener como base la cocina italiana -de raíz familiar-  fusionándola con productos patagónicos.

Vale señalar que nos recibieron con el espumante de Bodega del Fin  del Mundo, del que ya les he hablado y que tiene un color asalmonado muy interesante.

Ya en las mesas el primer plato, de la mano de Mauricio Couly Ventimiglia, fue Crudo de choique con rúcula, alcaparras fritas, queso de oveja y aceite de oliva.

El segundo paso, que estuvo a cargo de Boris Walker, fue una Ensalada de conejo confitado con tomates secos perfumado con miel, romero y limón. Ambos platos fueron acompañados con Fin del Mundo Reserva Chardonnay 2011, muy bueno por cierto.

Como tercer paso, se ofreció Trucha curada, vegetales crocantes y emulsión de Gengibre.

El cuarto paso, fue Trucha Grillada, con arroz perfumado en cítricos y papa crocante, ambos maridados con Fin del Mundo Reserva Pinot Noir 2011. Ambos platos de la autoría de Pablo Buzzo.

Para el quinto paso, Boris Walker propuso Conejo tiernizado, en cocción prolongada, acompañado con polenta a las hierbas aromáticas

El sexto plato, preparado por Mauricio Couly Ventimiglia, fue Churrasco de choique con mostaza antigua, panceta ahumada y papa roja (en la foto de arriba). Ambos pasos fueron acompañados con Fin Merlot 2008 que estaba excelente.

En último término se ofreció una degustación de Mini Postres: Sopa de Vino Tinto y Especias con helado de Chocolate Blanco, Tarta de Frutas Rojas en base de Cacao, Crema de Vainilla y Chips de Naranjas, Crema Quemada de Dulce de Leche con Trufa de Avellanas. Todos ellos maridados con Cosecha de Mayo.

A la altura del café, algunos probamos el Special Blend Cosecha 2008, que hasta ese momento no estaba en el mercado y, como se podrán imaginar, estaba más que excelente.

Poco a poco lo asistentes nos fuimos retirando y el saldo, más que positivo, tanto por las exquisiteces de los chefs, cuando por lo vinos, llevaron a la Bodega del Fin del Mundo a continuar el ciclo que esta semana realizó otra etapa, y el invitado fue Matías Núñez, Chef ejecutivo de Malma Restó, restaurante de la bodega NQN, quien presentó conjuntamente con Pablo Buzzo, un menú de cinco pasos maridados con vinos de Bodega NQN.